This is my life

Mientras algunos se deciden en contarnos lo que ocurrió en las últimas carreras del verano, os pongo un video de orientación para matar el rato. La verdad es que hay gente que se lo curra un huevo. Suerte en los exámenes a los que aún os queden!

Sandwich de Rodilla

Todos conocemos a más de un orientador del llamado género “llorón”. Así se conoce a aquellos que antes de la carrera te dicen que les duele algo, que llevan no sé cuantos días sin entrenar e incluso que no pueden dormir por el dolor. Luego llegan, hacen un tiempazo y suben al podium.

Pues bien, hoy voy a llorar yo un poco. Resulta que llevo tres años corriendo con el menisco interno rajado, el cartílago degenerado y ¡el Ligamento Cruzado Anterior completamente roto!. Y creo que en este tiempo me he quejado bastante poco en comparación con los orientadores del género llorón. La verdad es que las molestias que he podido tener han sido a la hora de entrenar, pero en las competiciones nunca me han dolido (será que voy concentrado en el mapa y no me acuerdo del dolor), por lo que no me sirve cómo excusa para algún mal resultado.

Hace un par de días me sometí a una artroscopia para solucionar lo del menisco. Es una operación muy divertida, porque te duermen de cintura hacia abajo y estás despierto para ver en una tele cómo te meten mano. Lo único raro es después de la operación, que hasta que se pasa el efecto de la anestesia estás como Rambo (no sientes las piernas). Os dejo un vídeo de un artroscopia igual que la mía.

Ahora estoy con la pata vendada (sin escayola) de arriba abajo, me la quitan dentro de cinco días, pero todavía tendré que estar una semana más con muletas. Mi principal preocupación es cuánta forma física perderé en este tiempo. Hasta antes de la operación estuve haciendo entrenamientos de unos 13 kilómetros y pico, tiradas largas como me aconsejó Nacho, para así reforzar la resistencia de base y que la pérdida sea menor. Espero poder empezar a trotar algo dentro de un mes y medio (cuando me deje el traumatólogo) y así estar bien para las carreras de septiembre.

Pero con todo eso sigo teniendo el ligamento roto. Eso lo descubrimos en la propia artroscopia, ya que sólo había tenido dolores del menisco. Cuando el LCA está roto tienes sensación de inestabilidad (se te va la pierna) y yo eso no lo había sentido nunca, ya que tengo buena musculatura de cuadriceps e isquios que sujetan la rodilla haciendo las funciones del LCA. Así que habrá que seguir trabajando esos músculos, pero tarde o temprano tendré que hacerme la plastia del ligamento (lo que conllevaría seis meses de baja deportiva), ya que sino puede desembocar en artrosis.

Y esa es la historia de mi rodilla. Ya estoy haciendo ejercicios de movilidad y algo de musculación (lo que la venda me permite) para acelerar la recuperación. Lo que he descubierto es que con las muletas puedo correr a menos de 3 el kilómetro… 3 horas el kilómetro…