martes, 13 de septiembre de 2011

Por Londres y a lo loco

Asi es como se podría definir la carrera que hicimos por una parte del "centro" de Londres, zona de 'St. Paul´s Cathedral', en la que desde el punto de vista del corredor aquello era anarquía total, vamos una gozada.
El plano era una sábana en A3 (lógico y normal), las salidas cada minuto, y una vez en carrera solo quedaba correr y leer, sobretodo leer al principio y al final. Mi categoría (y la de la mayoría de la expedición portillana) tenía 8.9 Kms argumentados en 30 controles.
Había que tener cuidado en una zona (donde estaba la salida y la meta) que tenía 3 alturas diferenciadas en el plano, que eran los túneles por donde pasan los coches (también transitables para peatones), luego un primer piso totalmente peatonal con jardineras y demás (vista de pájaro), y luego los pasos subterraneos de toda la vida de 'gris clarito'. Los túneles de coches venían pintados con líneas discontinuas paralelas. En esta zona pusieron las 3 primeras y 3 últimas balizas, siendo el resto del recorrido (la mayoría) de ruta fácil y de correr como cavernícolas. Lo malo fue en las 3 últimas balizas, con todo el cansancio y agotamiento tras haber recorrido casi 16 Kms (track GPS), casi todo el mundo se las comía con patatas, y es que con esto de los tuneles, pasos subterraneos y primer piso llegaba un momento que ya no sabías donde buscar la baliza. Pese a todo esto a todos nos encantó la experencia, fue divertida.
Lo que me sorprendió, es que la carrera pasaba por calles totalmente abiertas al tráfico, algunas incluso de 4 carriles en doble sentido, y aquello era un 'cruza por donde puedas', si a esto le añades que alli conducen al revés pues la emoción (o peligrosidad mejor dicho) aumenta, llegando en momentos a mirar pa todos los lados y a meterte en ocasiones entre los coches. Lo curioso es que en una de estas miro y remiro hasta que dejan de pasar coches y casi me lleva por delante un ciclista, manda huevos.

El resto del fin de semana fue andar, andar y andar, y comer (mierda sobretodo). Carlos y yo arrasamos los McDonals, hubo quien se cuidó algo más con ensaladitas y platos de pasta.
Intentamos ver todo lo que pudimos de Londres, tomar pintas de cerveza, incluso algunos nos atrevimos el sabádo noche con la fiesta londinense (que no está mal por cierto).
Mario consiguió que le devolvieran sus 52 libras que le habían cobrado de más en el hotel tras un buen rato rompiendose la cabeza con el recepcionista del hotel llegando incluso éste a decirle a Mario: "Your brain is too fast for me" (Tu mente es demasiado rápida para mi), Mario siempre marcando territorio. Y Jorge de nuevo nada más llegar al hotel hablando con el recepcionista y diciendole: "Yes, yes, yes", a lo que todos saltamos: "No empecemos como en Portugal y acabamos durmiendo en camas de matrimonio".
Bonita experiencia en el extranjero, que nos deja con ganas de más, esperaremos impacientes otra salida orientadora fuera de nuestros dominios.

5 comentarios:

  1. Yo no vuelvo a comer en un McDonalds hasta dentro de tres años. Los ingleses hasta en la comida conducen por el lado malo. Lo primero que hice al llegar a España fue comerme un plato de lentejas.

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  2. Pues yo ayer pisé uno de por aquí, para hacer la despedida... y he de decir que los de allí molan más, por los menos las 'hamburgers' no saben a plástico...

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  3. Como os lo habéis pasado, como os gusta dar mucha pero q mucha envidia.

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  4. Ey! yo aún me estoy relamiendo de la cenita del Vapiano, estoy por montar una franquicia en España... Mañero, hay que volver otro año, a la próxima vente!!!

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